martes, 10 de febrero de 2009

Yo quiero un cuento SIN FINAL

martes, 10 de febrero de 2009
Pegó un portazo y corrió escaleras abajo sin dejar de mirar atrás. Salió del portal y se encontró en mitad de aquella gris ciudad. Miró hacia todos los lados y comenzó a correr, esta vez sin dejar de mirar hacia delante. Corrió, corrió, corrió y corrió. Sin pensar siquiera en el cansancio ni la distancia, simplemente, necesitaba dejar atrás aquella habitación en la que la habían ofrecido un cuento.


-Como un cuento de hadas.-suspiró él.

-¿Qué?

-Sí, lo nuestro será como un cuento de hadas.


Entonces él se sacó del bolsillo una manzana que morder; un zapato de cristal que probarla; una rueca para pinchar su dedo y despertarla una y otra vez a base de besos; un conejo con prisa al cual seguir juntos hacia el País de las Maravillas; una alfombra mágica para llevarla a un mundo ideal; un blanco Pegaso para volar con ella hasta el Olimpo; una rosa hechizada que rompería las diferencias entre ellos si conseguían encontrar el amor; unos polvos de hada para viajar de la mano al País de Nunca Jamás; la proa de un gran transatlántico para susurrarla al oído que es la reina del mundo...

-¡Para, para, PARA! ¿Por qué lo has estropeado? ¡¿Es que no lo entiendes?!

Y mientras corría con lágrimas en los ojos y el corazón perforado por mil sitios diferentes, recordó todos y cada uno de los finales de los cuentos que había leído.



Y es que, bueno o malo, todo cuento tiene su final.
Relato de un libro,
y visto nuevamente en
otro blog (:

0 comentarios: